En España una de cada tres mujeres sufre algún tipo de trastorno psicológico relacionado con el embarazo o parto y una de cada diez es diagnosticada de depresión postparto. Para muchas mujeres este trastorno mental se inicia durante el embarazo con la aparición de altos niveles de ansiedad que la limitan en el desempeño de su vida cotidiana. La detección precoz en estos casos es fundamental ya que la depresión postparto esta relacionada con los futuro problemas de socialización y emocionales del hijo ya que la depresión incapacita a la madre para la crianza. La depresión postparto puede aparecer inmediatamente tras el parto o bien diferirse varios días, semanas o meses. No es exclusiva de madres primerizas y sus síntomas principales son:
- Pérdida del apetito
- Insomnio
- Irritabilidad intensa e ira
- fatiga abrumadora
- Pérdida de interés en el sexo
- Falta de alegría en la vida
- Sentimientos de vergüenza, culpa o insuficiencia
- Cambios de humor severos
- Desapego a su bebé
- Alejamiento de la familia y amigos
- Pensamientos de hacerse daño a sí misma o a su bebé
Muchas veces los síntomas se confunden con la tristeza por dar a luz o baby blues, que ocurre nada mas dar a luz y que se debe a una situación lógica de adaptación en la que un proceso duro y con una carga emocional como es el embarazo llega a su fin y el bebe comienza una nueva vida fuera del útero materno. Los síntomas mas claros son:
- Cambios de humor
- Ansiedad
- Tristeza
- Irritabilidad
- Llanto injustificado (objetivamente)
- Disminución de la concentración
- Dificultad para dormir
Si este tipo de tristeza dura menos de un par de semanas, no requiere atención psicológica, en caso de perpetuarse es conveniente buscar apoyo profesional.
El nacimiento de un niño puede ser un momento feliz y emocionante, sin embargo, algunas mujeres pueden experimentar trastornos que pueden afectar negativamente a su salud emocional. En algunos casos se debe a fluctuaciones hormonales que se producen durante el embarazo e inmediatamente después del parto. En otros puede llegar a experimentar trastornos mas serios, como la depresión.
La depresión no es de sentirte triste o “deprimida” durante algunos unos días. Es un trastorno afectivo que ha de ser atendido para que no evolucione. Los síntomas han de perdurar en el tiempo e incluyen, tristeza, ansiedad y una idea de vacío que no desaparecen e interfieren con la vida y las rutinas diarias. La depresión en este periodo es una situación que podríamos definir como común ya que alrededor de dos de cada diez madres o futuras madres la sufren.
Los síntomas a veces son enmascarados por procesos que consideramos normales del embarazo, pero hay que distinguir entre ellos, si mantiene estos síntomas mas de dos semanas y su medico no encuentra una causa orgánica para ellos, tendría que valorar la posibilidad de estar pasando por una situación depresiva:
- Sentirse inquieta o de mal humor.
- Sentirse triste, sin esperanza, y abrumada.
- Llorar mucho.
- No tener la energía o motivación.
- Comer muy poco o demasiado.
- Dormir muy poco o demasiado.
- Tener problemas para concentrarse o tomar decisiones.
- Tener problemas de memoria.
- Sentirse inútil y culpable.
- Perder interés o placer en actividades que antes disfrutaba.
- Alejarse de los amigos y la familia.
- Tener dolores de cabeza, musculares, óseos o estomacales persistentes.
El origen de este tipo de depresión no tiene un único origen o causa, sino que se produce por una combinación de varios factores que durante el embarazo son:
- Una historia familiar de depresión u otra enfermedad mental
- Falta de apoyo por parte del entorno (familiares o amigos)
- Ansiedad o sentimientos negativos sobre el embarazo
- Problemas con un embarazo o parto anterior
- Conflictos de Pareja o económicos
- Acontecimientos vitales estresantes
- Edad percibida (demasiado temprana o tardía)
- El abuso de sustancias
Las mujeres que están deprimidas durante el embarazo tienen un mayor riesgo de sufrir una depresión después del parto. Es importante valorar los sentimientos de la madre sobre la nueva situación familiar, así si…
- Se siente abrumada con el nuevo bebé
- Tiene dudas sobre su capacidad de ser una buena madre
- Se siente superada por los cambios en las rutinas laborales y en el hogar
- Aparece la necesidad irreal de ser una madre perfecta
- Tiene una pérdida de identidad de quién eras antes de tener al bebé
- Aparece la creencia de que ha perdido su atractivo físico
- Se angustia por la falta de tiempo libre
- Nota que tiene cambios de humor repentinos o episodios de llanto.
Estos sentimientos son normales las primeras semanas, en caso de perdurar o de aparecer junto con ideaciones sobre el bebe como un miedo exagerado de dañarle sin querer o de que él se dañe a si mismo por una escasa supervisión, han de ser tomadas en serio y buscar atención psicología lo antes posible. Tenga en cuenta que los síntomas no tienen porque aparecer nada mas dar a luz, pueden comenzar meses después de haber dado a luz, pudiendo llegar a mostrar síntomas de rechazo del bebe y desapego de los cuidados más básicos del recién nacido.
Todos los hijos merecen la oportunidad de tener una mamá sana. Y todas las madres merecen la oportunidad de disfrutar de su vida y de sus hijos. Piense en que no tratar la depresión a tiempo no solo le perjudica a la madre sino también a su hijo, ya que diversos estudios lo relacionan con retrasos en el desarrollo del lenguaje, deterioro del vinculo madre-hijo, problemas conductuales y mayores episodios de llanto. Y también incrementa las crisis de pareja y los enfrentamientos familiares.
Algunos otros consejos útiles:
- Descanse lo mas que pueda, aunque no se note cansada.
- Sincronicen el sueño, duerma cuando el bebé este durmiendo.
- No trate de hacer demasiado o tratar de ser perfecta.
- Busque ayuda, pregúntele a su pareja, familia y amigos.
- Guarde tiempo para si misma, salir, estar a solas o con su pareja o amigos.
- Hable de sus sentimientos con su pareja, familia y amigos.
- Hable con otras madres para que pueda aprender de sus experiencias.
- No haga cambios en su vida durante el embarazo o nada más dar a luz.
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