En la consulta se aprende a afrontar de manera efectiva esos pensamientos de malestar, de todo o nada (ya que en la vida no todo es bueno o malo). La terapia también puede ayudar con esas formas extremas de ver relaciones o las situaciones, reduciendo así el dolor psicológico y la angustia. También se puede trabajar tanto con los problemas propios como los generados por las relaciones familiares, laborales o sociales. Mejora las habilidades parentales y potencia los vinculo afectivos positivos.
Experimentar una pérdida o un sentimiento abrumador de dolor y tristeza es algo por lo que desgraciadamente todos hemos pasado, sin embargo, en algunos casos la pesadumbre es tan grande que no podemos superarla con el mero paso del tiempo, en esos casos la terapia puede proporcionar una manera de gestionar ese dolor, a través de una escucha activa, compartiendo los sentimientos se puede organizar el dolor para que no se convierta en sufrimiento. Dejar de llorar no significa olvidar.
Siempre se asocia el papel del psicólogo con las carencias o los problemas, pero una de las tareas en las que un terapeuta puede intervenir es cuando una persona decide explorar otras opciones de vida, buscar nuevas oportunidades o desafíos. Es un grave error pensar que en la consulta se me dirá como tengo que ser, que tengo que hacer y que se espera de mi.
Ningún terapeuta impone un estilo de vida, sino que trabaja con las personas para encuentren el sentido de la vida que mejore su calidad de vida.
De que hablamos cuando hablas de Psicoterapia
La terapia se inicia con una entrevista abierta, es decir que cabe contar todo desde lo que te ha llevado que, a la consulta, como de la familia, o de las relaciones laborales. Es muy importante dedicar tiempo a este proceso ya que es la manera en la que presentas tu universo y como te sitúas dentro de él. Tras estás primeras sesiones se valora el realizar algún test para confirmar o descartar algún trastorno concreto, el nivel de ansiedad que se soporta o el grado de dependencia.
Es aquí donde empieza la psicoterapia, es un error pensar que el hecho de ir al psicólogo va a solucionar tus problemas, ya que esto es un proceso en que nuestra labor es ayudar a procesar lo que te esta pasando. Si parafraseamos a Arquímedes, seriamos el punto de apoyo que te permitirá mover tu mundo, por eso se requiere una participación activa, reflexionando, analizando, profundizando en las emociones, lo que se denomina introspección, lo cual resulta doloroso y a veces incluso vergonzoso, superar esa barrera inicial al hablar de temas como el sexo, la ira, el miedo, la envidia, las drogas, etc. es liberador y permite reconstruir el mapa de nuestra existencia.
Entonces, ¿cómo empiezo?
La primera pregunta que debemos hacernos es si tenemos una autentica conciencia del problema y si se puede poner en palabras o se necesitamos ayuda para averiguar lo que significan esos sentimientos, pensamientos y comportamientos que aparecen de forma inesperada.
Lo siguiente es intentar ordenar un historial de mi realidad. Este será la base que ayudará a crear un plan de tratamiento basado en las necesidades, metas y recursos. Aun así, no nos libraremos de que el terapeuta haga preguntas para proporcionarle una orientación en este proceso. Uno puede estar preocupado por la confidencialidad de lo que se cuenta en la consulta. El Colegio Oficial de Psicólogos de Aragón tiene un Código de Ético que los profesionales deben seguir, en el que se incluye la confidencialidad.
Hay muchas maneras de alcanzar los objetivos, incluyendo la entrevista motivacional, la identificación de pensamientos negativos, la gestión de creencias y otras herramientas para ayudar con esos sentimientos que nos abruman. Además, se alienta a que los pacientes tangan un espíritu proactivo, es decir que traigan preguntas, que cuenten sus sueños, en definitiva, que empiecen a reflexionar sobre las experiencias desde un punto de vista distinto, vital y más autentico.
.. no hablas de lo que me trajo hasta aquí, los síntomas.
Los síntomas son una expresión de nuestro malestar, pueden ser de los más variados, pero siempre tienen una característica, perturban nuestra vida. Son un indicador de que algo esta sucediendo en nosotros y no le estamos haciendo caso. Por eso, aunque un paciente venga para solucionar los efectos molestos, los psicólogos nos interesamos más por lo que hay detrás.
Aunque los principales síntomas son somáticos: cambio drástico de peso o patrón sueño, dolores musculares, estomacales o taquicardias, lo cierto es que existe un amplio abanico que van desde la apatía hasta la las perdidas de control, pasando por miedos, creencias irracionales o una melancolía desesperante. Además, tienen una gran adaptación, cambiando su expresión rápidamente, podemos pasar de pasar todo el día en la cama a no dormir apenas, o iniciar proyectos agotadores.
Todo tiene cabida, tras descartar las causas medicas, debemos pensar que el síntoma es un aviso, un indicador de algo no esta funcionando y que tenemos que prestarle atención, ya que no podemos seguir haciendo lo mismo y esperar que las cosas cambien.
Cual es el papel de psicoterapeuta
Mientras que la relación medico paciente no es importante para éxito de una intervención si lo es en el caso de la relación con tu psicólogo, ya que solo su sintonía contigo te permitirá abrirte a el y poder hablar de los temas más íntimos sin miedo.
Lo primordial es tener esa sensación de confianza y cierta conexión con el terapeuta. Esto, aunque se intuye desde el principio no puede suceder de inmediato, como en cualquier relación, la capacidad de expresarse necesita tiempo, que varía con cada individuo.
Si aparecen las barreras que impiden una comunicación abierta, esto sin duda es señal de que no hay un buen ajuste, y eso en una relación en la que se van a tratar temas muy personales e íntimos imposibilita que se llegue a buen puerto. En una relación terapéutica tiene que haber confianza, sinceridad y colaboración para lograr los objetivos. Un terapeuta debe estar genuinamente interesado en lo que se dice.
Por qué cuesta lo que cuesta las sesiones
Para la que la terapia funcione es necesario que se de un vinculo emocional en el que el paciente se sienta cómodo con el psicólogo y este a su vez entienda y en cierta manera experimente las emociones que se le transmiten, esto requiere una preparación y un desgaste que puede llevar al profesional al agotamiento. Por lo que no podemos atender más que a un numero limitado de pacientes al día.
Además, igual que el paciente tarda algún tiempo en digerir todo lo que se ha trabajado en la sesión para el psicólogo además del tiempo de consulta también requiere un trabajo previo de preparación y un proceso de recuperación. Seguir este proceso garantiza un servicio optimo para el paciente, pero encarece el precio de las sesiones.
Razones más comunes para no acudir a terapia
No estoy mal de la cabeza. La psicología tiene un largo recorrido vinculado a la enfermedad mental y es complicado liberarse de los prejuicios. Sin embargo hoy en día el ámbito de actuación se ha ampliado a gran cantidad de campos desde el deporte, a las emergencias y los grandes lideres empresariales, que acuden a los psicólogos para mejorar aspectos de su personalidad o liberarse del estrés de la sociedad actual.
Tengo las espaldas muy anchas, lo soporto todo. Es cierto, se llama resiliencia, y todos tenemos distintos niveles de aguante ante el sufrimiento. Aunque no es muy recomendable no hacer caso de los indicios que nuestro cuerpo nos da para que cambiemos de perspectiva. Aunque tenga el coche más duro del mercado jamás iniciaría un viaje largo si noto que el motor emite ruidos raros. Primero porque puedo quedarme a mitad de camino y segundo porque no hacer caso puede pasarme una factura para la que no tengo fondos.
Lo que me pasa es por los demás. La gente de nuestro entorno tiene sus problemas y nos puede contaminar con ellos, pero eso no quita para que seamos conscientes que responsabilizar a los demás de nuestros problemas solo funciona en la infancia o sí eres político. Los demás debemos asumir que no somos perfectos, cometemos errores. Una buena idea es preguntar a los más cercanos, como nos ven. Seguro que nos llevamos una sorpresa.
Mi poco tiempo libre es para mi familia. Nuestros seres queridos deben ser la principal en nuestra vida, ellos nos aportar ese sentimiento de pertenencia y cariño tan necesario. De igual manera cuando uno se encuentra mal puede aportar emociones positivas verdaderas o simplemente fingirlas. Simplemente apunte en un papel las respuestas excesivas (rabia, tristeza, enfado) que tiene en una semana, después no dude en contactar con nosotros.
Existe el final de la terapia
La terapia no tiene fin, o al menos no uno concreto, ya que si es el propio paciente quien decide cuándo iniciarla, también debe ser el que considere cuando pararla o intensificarla o cuando darla por finalizarla. El proceso terapéutico tiene que dar las riendas de su vida al paciente y enfrentarle a la toma de decisiones.Algunos pacientes en varios meses consideran que su vida ya esta reorientada, otros necesitan hacer parones temporales en la terapia para asumir lo descubierto y otros ven en la terapia un elemento esencia para su equilibrio mental como puede ser el deporte o el ocio.
Y el Capitán Nemo exclama, el mar no pertenece a los déspotas
En su superficie los hombres podrán aplicar leyes injustas, reñir, destrozarse unos a otros
Pero a 10 metros bajo el nivel de las aguas, cesa su reinado, se extingue su influencia y desaparece su poder
Ahí sólo existe la independencia. Ahí no reconozco voz de amo alguno. Ahí soy libre
Veinte mil leguas de viaje submarino. Julio Verne.
Buen post, lo he compartido con mis amigos.