El comportamiento Pasivo Agresivo es un mecanismo de respuesta en que el sentimiento original, es decir la rabia, se considera inadecuado y se disfraza de otros menos conflictivos o socialmente aceptados, pero que para el receptor es igual de dañino. Estos comportamientos pueden ir desde el silencio al sarcasmo más acido, pasando por una falsa amabilidad o la radicalización

Este tipo de conductas se originan en la infancia, donde el enfado o la expresión natural de las emociones no esta bien vistos, por lo que hay que traducirlos a los lenguajes permitidos. Frente a una critica el niño, no puede responder con una rabieta, así que aprende a callarse o hacer un comentario neutro que sirva de válvula de escape frente a su frustración. Esto además genera en el menor miedo a la incompetencia social.

En la edad escolar, estos mecanismos ya instaurados se ponen de nuevo a prueba, dando buenos resultados, el amigo chistoso, todo se lo toma a broma, o hace comentarios con una doble intención pero que a su vez tiene la piel tan fina que cualquiera que le diga algo molesto puede sufrir su ira o su silencio: “¡que no me pasa nada!”, pero jamás expresará sus emociones de manera directa: “Lo que dijiste el otro día me molestó mucho”, ya que no ha aprendido identificar y transmitir sus sentimientos de una manera coherente. Tiende a refugiarse en una posición protegida, la victimización por incomprensión, generando culpa en su entorno: “Siempre lo hago todo mal, soy tonto, no valgo para nada”. O bien huye, en contextos que le hagan confrontarse con sus miedos, es escapando: “si tan malo soy, mejor lo dejamos, me voy de tu vida, busca otro mejor”.

La variante más sibilina es la de omisión, son agresiones de perfil bajo que destrozan el estado de animo de quien las recibe. Sé da tanto en entornos familiares como laborales o de pareja. Es esa frase: “Que aun no esta ¿es que te lo tengo que explicar todo?”. “¿Esas cosas tendrían que salir de ti?”, “¡Esas cosas tendrías YA que intuirlas o saberlas!”. Aquí se castiga el desconocimiento de algo desde el equívoco, generando confusión y creando inseguridad. Y es que el trastorno de la personalidad pasivo agresiva, esta muy cerca de los comportamientos narcisistas y del trastorno limite de personalidad.

Indicativo de un futuro Ghosting

El encontrarnos en una relación (de cualquier tipo) con personas que nos generen este tipo de sensaciones desasosegantes: nunca esta del todo contento, responde con hostilidad sin razón aparente, no me siento cómodo y me agotan emocionalmente sus discursos, nos da una pista de como va ser la ruptura, porque la relación si o si acabará siendo insostenible. Otro indicador, es que tendemos a disculpar las micro (y no tan micro) agresiones, son actos puntuales, es que tiene estrés, es que ha tenido experiencias muy dolorosas. Aceptar su violencia pasiva, es asumir un papel de victima de maltrato psicológico y es bien sabido a donde lleva eso, a perder el norte y generar una dependencia emocional. Lo cual complica mucho más ruptura, “con lo que yo he hecho por el y ahora deja de hablarme sin decirme nada”.

Posiblemente sea más fácil entender el Ghosting por contraposición, en el fin de una relación “sana”, las partes explican las circunstancias que viven y porque no pueden seguir juntos. Puede ser doloroso y hará aflorar la ira, a nadie le gusta que le digan que están mejor sin el, pero a la par es liberador. Es lo que podríamos llamar una ruptura asertiva.

El Ghosting es la forma de ruptura traumática de una persona que no acepta la ira emocional del abandono. Su silencio es la expresión de la incapacidad para afrontar una conversación incomoda. A veces el proceso se alarga, con el espaciamiento de la comunicación, es como un preaviso de que todo se esta rompiendo, generando angustia en el interlocutor que no sabe como actuar frente a algo que se deshace entre sus manos, es lo que se denomina Caspering, lo cual es más demoledor si cabe para el que lo sufre, que sin saber cómo, ni porqué, ha perdido una relación.

Los pasos a seguir previos al Ghosting, son el dialogo claro, debemos crear un canal de comunicación en que las emociones buenas y no tan buenas puedan fluir. Estamos tratando con una persona cuyos niveles de inteligencia emocional son muy bajos, y debemos potenciarlos. Nunca bajar a su nivel de hostilidad, ni mucho menos darle la comodidad de aceptar sus comportamientos pasivos agresivos.

Una vez hemos sufrido el Ghosting, no podemos hacer otra que intentar entender la toxicidad de nuestra relación, que era inevitable que sucediera, lo que impidió verlo fue nuestras expectativas, y que, en el fondo, aunque es extremadamente doloroso (¿es posible que tanto dolor sea un indicativo de que la relación era insana?) te has librado de una buena. Cómo cierre me gustaría compartir la visión que doy en la consulta a las personas que se dejaron embaucar por los pasivos agresivos, ten un poco de empatía, tu lo has sufrido un tiempo, ellos lo llevan viviendo desde la infancia, y no paran de dejar un rejero de cadáveres emocionales a su alrededor.

 

 

 

 

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