La fibromialgia y el dolor crónico
La fibromialgia y el dolor crónico es una enfermedad reconocida desde 1992 por la Organización Mundial de la Salud. En 2007 fue llamada “la epidemia dolorosa del siglo XXI”. Según una encuesta reciente, más del 90% de las personas con fibromialgia no tienen diagnóstico. Y el 75% de los que sí lo tienen, no sabían qué era antes. Además, el 14% de los médicos de familia dice saber poco sobre ella:
Aunque la fibromialgia son un conjunto de síntomas basados en el padecimiento de dolor, no son reales al no estar
causados por otra enfermedad y por tanto tal como vino el dolor se ira. En muchos casos se trata con medicación
psiquiátrica esperando que la sintomatología remita.
La fibromialgia y el dolor crónico merecen comprensión.
Esto hace que aparezcan muchos mitos. Uno de ellos dice que el dolor no es real, porque no hay otra enfermedad que lo cause. Esto es falso. A veces se receta medicación psiquiátrica esperando que los síntomas desaparezcan.
Otro gran reto es encontrar a un médico que conozca la fibromialgia. Muchas personas visitan a varios especialistas antes de recibir un diagnóstico. Esto es agotador y doloroso. Algunos pacientes se sienten juzgados, como si fingieran. A veces, el médico no sabe cómo tratar la enfermedad, pero no lo admite.
El dolor no se ve. Por eso, algunas personas no creen que sea verdad. Dicen cosas como: “Si te ves bien, ¿por qué no puedes trabajar?” Esto duele. Parece que uno es vago o exagerado.
Es normal sentir rabia, pero es mejor mantenerse tranquilo. No por los demás, sino por uno mismo. Explicar qué es la enfermedad. Ser honesto. Hablar con calma. No todos van a entender. Pero eso pasa en todos los temas de la vida.
Otro mito dice que la fibromialgia no existe. Que es solo un “nombre” cuando no se sabe qué tienes. No es así. Tiene criterios médicos claros. Se descartan otras enfermedades antes de llegar al diagnóstico. Dudar de esto solo hace más daño. La fibromialgia es real y merece comprensión.
También se dice que, si tienes un día bueno, debes hacer todo lo que no pudiste antes. Pero esto es un error. Sobre exigirse puede empeorar el dolor. Es como decirle a un deportista que entrene el doble en un solo día. El riesgo es mayor cansancio y más dolor.
Lo mejor es mantener un ritmo equilibrado. Tener rutinas. Escuchar el cuerpo. Ser constante. Si tú estás en calma, tu cuerpo y tu mente también lo estarán.
Otro mito dice que quien la sufre no puede tener una vida normal. Al principio cuesta mucho. Pero poco a poco, se aprende a vivir con el dolor. El objetivo no es eliminarlo, sino adaptarse. Retomar lo que te gusta hacer, aunque sea con cambios.
La fibromialgia afecta el sistema nervioso, no los huesos ni los órganos. No es una enfermedad mortal. Pero sí muy dura. Por eso, es clave tener apoyo, información clara y comprensión.
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