Amores a distancia

Los amores a distancia parecen similares a los presenciales, la excitación por el contacto, la chispa de vivir lo nuevo. Pero la adaptación es mucho más rápida y antes de que te des cuentas estas en una rutina que hace que tu cuerpo y tu mente, se aburran, generando estrés por el miedo a romper y perder a la persona amada. En el amor a distancia, por la falta de referencias externas, todo se vuelve inestable: hoy estamos, mañana podemos desaparecer de la vida del otros sin apenas darnos cuenta.

Esta inestabilidad genera una montaña rusa emocional, pasando de la euforia a la desesperación en poco tiempo. Con cada subida y bajada, la ilusión, esa chispa que nos hace creer en el futuro de la relación, se va perdiendo. Y es que, sin ella, sentimos que nuestro corazón está más protegido.

10+2 ideas para combatir la desilusión de los amores a distancia

 Las relaciones a distancia necesitan cuidados especiales, o se agotan y desaparecen sin dejar rastro de lo que un día las unió. Para evitarlo, considera estas estrategias:

Guarda un momento del día concreto para vosotros, un punto de encuentro una especie de cafetería virtual donde poneros al día. Combínalo con mensajes inesperados para que tu pareja sepa que estás ahí, que la piensas.

Aporta cada día novedades a la pareja, un secreto, una historia, lo que hizo ese día especial, siempre hay algo distinto en nuestra vida.

Informa de los cambios de intensidad que vives, si te sientes atraido por otra persona o necesitamos más, las relaciones de pareja son devoradoras, y lo que hoy nos es suficiente mañana puede no servirnos. Da la oportunidad a tu pareja a que decida si quiere o no pasar a otro nivel.

Tira de imaginación, cuéntale tus proyectos y sueños. Plantea una visión compartida de que podría pasar cuando estén juntos. Recuerda que, para tu cerebro, la activación de estas fantasías es similar a la de la realidad, y pueden disfrutar sin perder el rumbo.

Habla de lo que buscas y esperas. Si no coincidís en lo esperáis del otro, es momento de salir de ahí o acabaras dañado. No hay nada más triste que sentir que nuestro deseos y esperanzas no se cumplen. La incomprensión lleva a que las posiciones se radicalicen, que uno se vuelve demandante y el otro se ponga a la defensiva.

La clave son los detalles, la rutina y la vida nos puede llevar a dejar de lado pequeños gestos que nos comunican con nuestra pareja, y nos dan presencia en su vida: un mensaje de buenos días, una foto del desayuno o de la luna llena que ambos compartimos.

Atento a los problemas específicos de los amores a distancia, la inseguridad, los celos, son complicados de gestionar, ya que la ausencia nos obliga a creer en la palabra del otro, la desconfianza es la muerte de una relación.

Tener los pies en el suelo, la inestabilidad del amor a distancia hace que necesitemos un extra de romanticismo y fomentando comportamientos que podemos definir como “te amare de por vida, siempre te esperare”. Las fantasías toman el control y redescubrir realidad puede ser traumático. Hay que contextualizar las promesas que se hacen y entender las razones.

Se sincero y hablar claro, en Internet todo se sabe, en pocos clics podemos conocer el pasado de nuestra pareja, su historial en las redes sociales, los mensajes recibidos, las personas que nos siguen, todo puede ser confuso e iniciar una crisis de pareja.

El contacto físico. El sexo cumple una misión de comunicación con la pareja, a través de la piel decimos cosas a las que no llegamos con las palabras. La distancia genera frustración e incluso vergüenza, lo que puede llevar a fricciones, desencuentros e incluso aparición de terceras personas.

Por ultimo, No abandonar la vida social, centrarse en la pareja y encerrarse en casa solo genera que pasemos de una relación amorosa sana a otra de dependencia y nos invada el sentimiento de soledad ante su ausencia. Y escucha a tu cuerpo, no todos estamos capacitados para tener una relación a distancia. Si nos genera un estado de ansiedad constante. Nos cambia nuestra personalidad, haciendo que seamos, controladores, malhumorados o poco tolerantes. Si aparecen los celos o frases que indican baja autoestima. Necesitamos mucha validación por parte de nuestra pareja. O tenemos la certeza de que nos van a dejar por alguien mucho mejor ya que somos un impostor. Es momento de aceptar que una relación a distancia no es lo nuestro.

Tipos de relación a distancia

Las causas que generan una separación son importantes en el transcurso de la relación, por lo que no es lo mismo que sea:

Laboral, un desplazamiento temporal largo por razones de trabajo, supone una carga de estrés alta, en primer lugar, si es una elección (mejorar de cargo a cambio de ir a otra sede) la toma decisión supone una mayor valoración por la carrera profesional que por el entorno y la pareja, por lo que debe ser consensuado con esta. La adaptación a la nueva residencia no esta exenta de retos emocionales. Son momentos de reajuste de la relación que llegan a generan discusiones y conflictos. Por ultimo la soledad y el desarraigo del desplazado hace que diversos trastornos emocionales puedan aparecer: duelo migratorio, ansiedad, por lo que el otro miembro de la pareja (y en entorno en general) deben de estar atentos a los síntomas de nostalgia.

A distancia, son relaciones surgidas de Internet o que se han forjado en un momento concreto pero cuyas realidades están en lugares distanciados. El resto es normalizar la relación, ya que debido al poco contacto se prefiere romantizar y dejar de lado las situaciones que generan desavenencias, es lo que se denomina “relaciones Matrix” donde uno o los dos miembros de la pareja fuerzan una realidad paralela que acaba desmoronándose. Hablar de nuestros miedos, perdida de ilusión y deseos, humaniza la relación y la refuerza para que se mantenga en el tiempo.

En entornos separados. Ambos aun estando en la misma ciudad, deciden vivir en sus propias casas y tener un contacto limitado, gestionado por sus intereses, pueden verse los fines de semana, para un concierto y en vacaciones. Pero el día a día lo hacen de manera independiente, comunicándose de manera virtual.

Las relaciones a distancia pareces más sencillas y cómodas, pero no es así. Las rupturas virtuales son más dolorosas que las reales: atraviesa más el corazón un mensaje que la mirada de alguien a quien quieres diciéndote adiós. Por lo que no es de extrañar que tengas que acudir a un psicólogo para gestionarlas o superarlas. Este articulo se ha escrito en base a testimonios reales que han pasado por nuestra consulta.