Terapia de Pareja

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A veces las parejas no discuten a gritos. A veces simplemente se distancian, dejan de hablar de verdad, o sienten que algo se rompió y no saben cómo volver a conectar.
Otras veces hay discusiones constantes, diferencias en cómo vivir, en cómo amar, en cómo convivir.

Detrás de todo eso, lo que más suele fallar es la comunicación.

¿Cómo trabajamos en terapia de pareja?

Empezamos con entrevistas individuales. Cada uno tiene su propia forma de ver lo que está pasando, y es importante escucharla. También exploramos qué cosas, quizás sin darte cuenta, pueden estar saboteando la relación desde dentro.

Después comenzamos las sesiones en pareja. El objetivo no es decidir quién tiene razón, sino volver a entenderse, abrir espacios para hablar sin herirse, aprender a escuchar y expresar lo que duele sin atacar al otro. Restablecer canales de comunicación sanos, respetuosos y afectivos, que permitan hablar sin herirse y expresar lo que muchas veces ha estado bloqueado emocionalmente.

¿De verdad ir al psicólogo para aprender a hablar?

Exactamente. Aprender a comunicarse mejor es uno de los pasos más poderosos y transformadores en cualquier relación. Cuando hay tensión o enfado, no hablamos: disparamos. Frases como “Siempre haces lo mismo” o “Nunca me escuchas” cierran cualquier posibilidad de entendimiento y activan una respuesta defensiva que anula cualquier intento de comprensión.

A veces también traemos cosas del pasado para justificar lo que sentimos, o nos cerramos, queremos imponer nuestra versión y dejamos de escuchar de verdad.
Y así, sin darnos cuenta, dejamos de ser pareja para convertirnos en compañeros de piso que solo reparten tareas y evitan conflictos. ¿Podemos ganar todas las batallas y perder la guerra?

La Mediación: un cierre respetuoso a una relación

En algunos casos, la terapia de pareja permite a ambas personas darse cuenta de que la relación ha llegado a su fin. Cerrar una etapa de forma sana también requiere acompañamiento. Aquí es donde entra la mediación de pareja: un proceso estructurado para ayudar a las personas a separarse de forma respetuosa, clara y sin conflictos destructivos.

A veces la terapia ayuda a ver con claridad que el amor cambió, que el proyecto común ya no funciona. Pero incluso en esos casos, se puede cerrar bien, con respeto, con acuerdos y sin arrastrar heridas innecesarias.

¿Qué es la mediación familiar?

La mediación es un proceso neutral, confidencial y voluntario, diseñado para facilitar acuerdos justos y emocionalmente sostenibles. No se trata de juzgar quién tiene razón, sino de crear un espacio seguro para gestionar temas como:

  • Custodia de hijos y organización familiar
  • Reparto de bienes materiales
  • Procesamiento emocional del duelo por la separación
  • Establecimiento de nuevas normas de relación

El papel del mediador es imparcial. No toma decisiones, sino que facilita el diálogo y ayuda a que las partes lleguen a acuerdos reales y duraderos.

El papel del mediador es facilitar el diálogo, ayudar a encontrar soluciones prácticas y cuidar el proceso para que no se convierta en una guerra.

El proceso depende de muchos factores, aunque normalmente suele seguir estos puntos básicos:

  1. Entrevistas iniciales (individuales o conjuntas) para entender la situación.
  2. Marcamos los puntos que queréis resolver.
  3. Tenéis varias sesiones con mediación profesional para llegar a acuerdos.
  4. Todo se recoge por escrito, para que lo pactado quede claro y sin ambigüedades.

La Mediación permite cerrar ciclos con respeto, cuidar los vínculos (especialmente si hay hijos en común), y sentar las bases para una nueva etapa, incluso si ya no es juntos.

Si estás dudando sobre iniciar una terapia de pareja o proceso de mediación familiar, ponte en contacto con nosotros telefónicamente o por mensaje y te asesoramos sin compromiso.